Otra de la chacra del abuelo Daly.
En unas vacaciones, Héctor Castro ,no recuerdo si Julio también, fue a Artigas y por supuesto , hubo un paseo a la chacra.
Lo llevamos a la Tapera.Llamábamos así a un naranjal que en el centro tenía una casa semi derruída (Nunca averigüé si en algún momento los abuelos residieron allí )y a donde en especiales circunstancias nos llevaban en una carreta que tiraba un caballo viejo.
A mi especialmente me encantaba ,tío Enid me ayudaba a subirme a un y otro naranjo, sentada en la orqueta del tronco, arrancaba la naranja madura ,la pelaba y la comía a medias , porque con la inconciencia de niña, me gustaba arrancar una y otra .
Me sentía dueña de un tesoro , hasta ahora recuerdo el perfume de las naranjas y de los azahares.
Cosa rara, tal vez ciencia del abuelo ,pero convivían las flores con naranjas maduras y verdes .
Nosotros aprovechabamos cualquier ocasión para ir y la visita de un primo habilitaba la visita.
Quedó deslumbrado ,pero mayor fue su asombto cunado lo llevamos al arroyo a bañarse .
Cuando regresábamos , muy serio me dice, tu abuelo debe ser millonario!!!
-Por qué ? ,pregunté yo.
- Porque es dueño de un arroyo!!!
La visión de un niño citadino , con la de un pueblerino quedó en evidencia.
Tener un arroyo dentro del campo , para Héctor ,montevideano, donde la gente vive en apartamentos ,esa pequeña chacra era una cosa enorme que sólo un millonario podía poseer.
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sábado, 16 de agosto de 2008
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2 comentarios:
Me encanto!!!
Que lindo! animo a las demás integrantes de esa generación a contarnos anécdotas, de esas que surgen espontáneamente en cualquier reunión familiar
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